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ESTE BLOG FORMA PARTE DE UNA RED DE BLOGS EN HOMENAJE A 80 ARQUITECTOS, INGENIEROS, CONSTRUCTORES Y ESCULTORES DEL PERIODO 1880-1940.

AUTOR:
FABIO PERLIN

CONTACTO:
archivoperlin@gmail.com

miércoles, 31 de octubre de 2012

Arquitecto Carl kihlberg / SUECIA / Uppsala / Trädgårdsgatan 15, / Östgöta Nation (1883) / Dirección de obra


Östgöta Nación

Nación Östgöta o Og, como se le llama informalmente, es una sociedad estudiantil y uno de trece naciones en la Universidad de Uppsala.Aunque Östgöta nación había existido en diversas formas previamente, la constitución de la nación se ha elaborado el 8 de noviembre 1646 y que ahora se considera la fecha oficial de la creación.
La construcción de la nación actual se completó en 1885 y renovado en el año 1996. Actualmente, el país cuenta con unos 2.600 miembros, por lo que es de tamaño medio una nación. Nación Östgöta es, como todas las otras naciones en Uppsala, a cargo de los estudiantes.
La gente notable que han sido miembros de la nación incluyen Tage Danielsson, Jöns Jacob Berzelius y Göran Lambertz.
Axel Hägerström era Inspektor de la nación Östgöta desde 1925 hasta su jubilación en 1933.

Arquitectos Morten Ronnow y Bisgaard / C.A.B.A / Ombú 3002 / Barrio Parque / Residencia del Embajador de Suiza (1927)


Fotos extraídas de internet

domingo, 28 de octubre de 2012

Ingeniero Carl Nystromer / Proyecto del Ingeniero Hidráulico John Bateman (1885) / Torre de toma de agua en el Río de la Plata

Foto:Ariela Bernater

La pregunta infantil apunta hacia las aguas de la Costanera Norte porteña. Hacia esa silueta fantasmagórica que se recorta en la superficie marrón y que aparece, misteriosa, como una rara casa abandonada con una gran puerta principal pero sin ninguna ventana.

Si se trata del sombrero de un gigante sumergido, como imaginaron unos; del baño de los ocasionales nadadores del río, como arriesgaron otros, o del hogar de un secreto ermitaño, como apostaron algunos pescadores, nada se puede adivinar desde la costa. ¿Qué es?, ¿para qué sirve? Y, ¿por qué está ahí?

Cuentan que la idea de construirla empezó tras un gran pánico, similar al que provocó la gripe A, pero hace más de 140 años, cuando las amenazas en Buenos Aires eran el cólera y la peste amarilla.

Por esa época el riesgo de tomar agua contaminada o de estar próximo a acumulaciones de agua estancada en la ciudad, era mayor. Esto favoreció la propagación de dos epidemias que dejaron tras su paso 14.000 víctimas fatales, según registros parciales, de entre las 190.000 almas que poblaban la ciudad en aquel entonces.





Cuando todavía no se habían esfumado los peores recuerdos de las pestes, se resolvió levantar lo que hoy se ve a lo lejos como una casa enigmática. Fue parte de un proyecto que en 1874 buscaba proveer de agua potable para 400.000 porteños.


Básicamente, lo que hacía era tomar agua del río para enviársela a la planta de potabilización que en ese momento se encontraba en lo que hoy es el Museo de Bellas Artes. Tuvo una vida efímera, dada la expansión geométrica de la población en Buenos Aires de esos tiempos, por lo que fue dada de baja apenas cuatro décadas después de su inauguración.

Estaba ubicada a 800 metros de la costa con una estructura que combinaba el cemento armado y los bloques de granito. Por fuera, mostraba cuatro caras de lo que los expertos llaman una "sobria arquitectura neoclásica", algo que la Ilustración y el Progreso habían impuesto por esos años, y que significaba la vuelta a las formas simples de la Antigua Grecia y Roma. Estaba coronada con una torre de metal que en el momento en que fue creada sostenía en la parte superior una baliza de gas, porque en Buenos Aires todavía no había iluminación eléctrica. Los mismos parámetros estéticos dominantes hacían impensable que una obra de esa importancia no rematara en una obvia veleta de hierro.

En el interior, un revoque austero cubría las paredes que se prolongaban bajo el nivel del agua en rejas que habilitaban la entrada del agua. Detrás de la puerta que hoy permanece cerrada, una pequeña pasarela recorría todo el perímetro de la casa, bordeada de una simple baranda metálica. Desde allí partía una escalera marinera para acceder a la baliza. En el centro del ambiente, un cilindro de 3 metros de diámetro, ubicado por sobre 2,60 metros del nivel máximo de crecidas y 10 metros por debajo del lecho del río, canalizaba las aguas para su potabilización en la Planta Recoleta.


Como todo lo que se compraba o ideaba en esa época se recurrió a Europa para la proyección del diseño. El elegido fue un ingeniero hidráulico inglés, John Bateman, quien envió al sueco Carl Nystromer a estas tierras para la puesta en marcha de su idea.

Él resolvió que se ampliara la planta potabilizadora y que se construyera el palacio, todavía en pie en la avenida Córdoba y Riobamba, para contener en su interior un tanque en el que se almacenara todo el líquido a distribuir entre los habitantes de la ciudad.

A más de un siglo de su construcción, las cuatro caras recubiertas de ladrillo vista están tan oscuras como el agua del río. El avance de la ciudad hizo que esté a pocos metros de la costa, mientras que con la llegada de la electricidad y de las nuevas tecnologías, la veleta y la baliza fueron reemplazadas por sustitutos de menor estilo arquitectónico.

Por eso hoy la toma de agua no le ofrecerá información meteorológica para el observador ocasional que, munido de un catalejo como en el siglo XIX, apunte hacia la torre para saber si la veleta indica la probabilidad de una tormenta. Sí, en cambio, informará sobre otras cosas. Algo que se parece a una óptica de automóvil (una moderna baliza) ilumina la zona en donde se alza la construcción, mientras que otra señal, llamada balón negro en las nuevas reglamentaciones náuticas, indica que en ese lugar hay un objeto que no se desplaza en el agua.

Pocos registros quedaron de los años en que funcionó. En los archivos de AySA (heredados de la ex Obras Sanitarias) sólo se conservan las copias de los planos originales y el Archivo General de la Nación no almacenó imágenes de la torre en su tiempo de operaciones. ¿Cómo se veían la baliza de gas y la veleta de hierro perdidas? Otro misterio para el enigma de la casa en el río.


ASESINATOS, SUICIDIOS Y MISTERIO

Entre las distintas historias vinculadas a esta torre de agua está la que asegura que su creador se suicidó luego de que hallara una falla en el sistema. "Las leyendas urbanas tienen que ver con la fuerte presencia que tienen [estos edificios] en la ciudad. Las leyendas vienen bien. No es que uno las destierre porque son de difícil comprobación o porque son «fantasías». Al contrario, enriquecen la presencia como patrimonio del edificio", sostiene Jorge Tartarini, director del Museo del Agua y de la Historia Sanitaria de AySA.
El arquitecto dice haber escuchado, además de la historia del suicidio, otras leyendas urbanas como las que aseguran que el Palacio de Aguas Corrientes era un edificio que en realidad iba para la India y que de casualidad se armó acá; que las piezas exteriores habían sido traídas de España; que una pareja de enamorados que los padres no los dejaban casar se tiraron hacia los tanques de hierro que alberga el Palacio para ahogarse; o que el edificio en realidad, iba a ser la sede de la Casa de Gobierno.
"Con respecto a que el autor se pegó un tiro creo que está vinculado a esto que te voy a contar. Cuando se iba a inaugurar el edificio se hace una prueba de llenado de los tanques con agua. Imaginate 72 millones de litros no era sencillo de hacer esa prueba. Se escuchan grandes explosiones en la ciudad. La prensa, que era opositora al gobierno en ese momento, escribe que esto se iba a resquebrajar y que se iba a inundar la ciudad y que iba a haber miles de ahogados en todo el barrio, que era muy elegante ya en aquel momento. Ahí empezaron a desatarse cualquier tipo de fábulas y en realidad lo que había sucedido era que en la base de estas columnas de hierro se habían colocado unas placas de plomo que se habían rajado. Las cambiaron y a otra cosa", contó Tartarini.

Por Silvana Santiago
De la Redacción de lanacion.com
http://www.lanacion.com.ar/1331575-el-misterio-de-la-casita-en-el-rio


viernes, 12 de octubre de 2012

Arquitectos Henrik Aberg y Carl Kihlberg / Córdoba / Academia de Ciencias Físicas y Matemáticas (1872-84)


Arquitectos Henrik Aberg y Carl Kihlberg / Tucumán / Estación de Tucuman (1874)







restaurado

Arquitecto Henrik Aberg / C.A.B.A / Av.Las Heras-Austria-P.de Melo y Sanchez de Bustamante / Hospital Bernardino Rivadavia (1880-87) / Parcialmente demolido



Antecedentes

Luego de la Batalla de Caseros que puso fin a la tiranía del General Don Juan Manuel de Rosas, la Sociedad de Beneficencia, creada por Bernardino Rivadavia en 1823 y eclipsada por el Restaurador de las Leyes durante todo su período, fue restablecida con todos los honores.
Casi de inmediato, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, notificó a la Comisión Administradora del Hospital de Mujeres, que había quedado caduco bajo la gobernación de Rosas, que ponga a disposición de las Damas de Beneficencia este establecimiento y todo cuanto le es relativo.
Más acá en el tiempo y luego de buscar infinidad de terrenos y solares aptos para la construcción definitiva de un nuevo hospital, el 9 de Diciembre de 1875, se firmó un convenio entre la Sociedad de Beneficencia y la Señora de Terry para las compras de unas tierras en las calles Chavango y Del Sar (Av.Las Heras y Sánchez de Bustamante), que desde 1874 contaban con la aprobación de la misma Sociedad, el Consejo de Higiene Pública y el propio Gobierno.Dos meses después se firmó la traslación de dominio.
El precio abonado fue de $1.300.000, menos de la mitad provenían del erario estatal, lo restante corría por cuenta de donaciones particulares y una suscripción pública.
La Presidenta de la Sociedad, Dolores Lavalle de Lavalle, la Tesorera Nicolasa Pita de Serantes y la colaboradora de la institución, Juliana Nóbrega de Huergo, fueron las encargadas de la parte compradora.
Por el lado vendedor, Mercedes Del Sar, viuda de Terry, a la sazón consejera suplente de la Sociedad de Beneficencia, y su hermana Margarita, que habían heredado de sus abuelos y que, según consta en la escritura, era "parte del último resto de la casa quinta conocida por de Del Sar".
El terreno adquirido lindaba con frente al Este, calle Chavango de por medio, con Gabriel Bouchet, al Oeste con Don José Giamello, por el Norte, calle de por medio con Don Francisco Bollini y por el Sur, con un terreno baldío que era limitado por un zanjón que servía de desague a las aguas pluviales, otrora arroyo Tercero del Norte en la época de Garay, luego calle Gallo y actual Austria.
A partir de ahí empezaba una larga y tediosa etapa de distintas comisiones que se encargarían de la construcción del nuevo hospital.Aunque la primera de ellas fue aprobada por el Gobierno el 18 de Julio de 1877 y cuatro dias más tarde se le solicitaba al arquitecto sueco Henrik Aberg del Departamento de Ingenieros, los planos definitivos que fueron entregados el 31 de Diciembre.





El nuevo hospital

Recién luego de tantas "comisiones constructoras", el 6 de Diciembre de 1880, pudo colocarse la piedra fundamental.Al acto concurrieron entre otros, el Fray Mamerto Esquiú, Obispo de Córdoba, el Gobernador de la Provincia, Dr.Juan José Romero, el Delegado Apostólico, Monseñor Matera, la madrina de la ceremonia y Vicepresidenta de la Sociedad, Rosario Peña de Bosch, el arquitecto Enrique (Henrik) Aberg, más algunos de los integrantes de la supuesta definitiva y actual "Comisión encargada de las obras", Cayetano Cazón, Juan Peña, el Dr.Pedro Antonio Pardo y el Dr.Rafael Herrera Vegas.El Presbítero Luis Garcia Zuñiga, estuvo a cargo del oficio religioso.
Bajo la dirección técnica del arquitecto Aberg, el 1 de Mayo de 1881, comenzó la construcción del nuevo nosocomio.
La distribución de los pabellones en el terreno se harían según las normas de higiene y salud en vigencia en Europa, que consistían en separarlos por amplios jardines, donde cada enfermo tuviera una necesaria superficie libre para facilitar su cura.
Se les dió una orientación Noroeste-Sudeste, con la intención del mejor aprovechamiento de la luz y separados entre ellos más de 50 metros, permitiendo así que los rayos del sol abarquen hasta la base de los mismos.
Agustín Ferrari fue el encargado de las obras de albañilería, mientras que las de carpintería, se les confiaron a Carlos Jackmann.
Aunque la parquización de los jardines, realizados en 1884, corrió por cuenta de la Comuna, bajo la tutela del Intendente Torcuato de Alvear, se decidió que se efectuaran en conjunto con el arquitecto Aberg pero con la total exclusividad de la Dirección de Paseos Públicos de la Municipalidad.Fueron entregados oficialmente al cuidado de la Sociedad de Beneficencia en 1888.

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El hospital estaba cercado por tres lados con un muro perimetral compacto, mientras que por el frente, sobre Chavango, presentaba una larga reja de hierro forjado con pilares de mampostería y entrada con puerta de dos hojas y dos más pequeñas a sus lados.
Los cinco grandes pabellones fundacionales, más la capilla,  fueron culminados en 1887 bajo la dirección del arquitecto Carl Heynemann, socio de Aberg desde hacía dos años, ya que éste puso punto final a su labor profesional en Argentina luego de 16 años ininterrumpidos de trabajo radicándose en Europa.
Eran de tres plantas y subsuelo y estaban designados con los números cardinales.A partir de la capilla, donde su ábside miraba entonces al cercano río, se ubicaron;a su izquierda el Pabellón 
N°1, detrás de éste el N°2, simétrico a éste último el N°3, que por desgracia fue demolido inexplicablemente en 1968 para liberarlo como estacionamiento, y el N°4 en línea con el primero.
El N°5 estaba directamente enfrentado por una larga galería con el frente de la capilla, era de dimensiones menores con sólo dos plantas y se utilizaba para maternidad, todos los demás correspondían a salas de clínica médica.
El 28 de Abril de 1887 se inauguraba el nuevo Hospital de Mujeres, rebautizado Bernardino Rivadavia, en homenaje al que fuera el primitivo artífice de la creación de la Sociedad de Beneficencia, institución de damas aristocráticas dedicadas a la filantropía.
Es día se hicieron presentes la Presidenta de la Sociedad, Luisa Muñoz de Cantilo, el Arsobispo León Federico Aneiros, que bendijo la capilla y las instalaciones, la señora de Lavalle, secretaria de la sociedad que leyó el acta respectiva y el Ministro del Interior, Eduardo Wilde, quién pronunció el discurso.
Así quedaba liberado a la comunidad el Hospital Rivadavia, como se lo señaló en aquella época, "El más lujoso del país y uno de los más importantes del mundo".
El gran sueño se había cumplido.



Datos extraídos de:
Rodío Raíces
Breve historia del Hospital Rivadavia
Editorial Akadia-2000-

Arquitecto Henrik Aberg / Córdoba / Hospital Español


Arquitecto Henrik Aberg / C.A.B.A / Dr.Ramón Carrillo al 300 / Ensanche del Hospicio de las Mercedes (1881-85) / DEMOLIDO / Actual Hospital Neuropsiquiátrico José T.Borda


Plano y vista de la Primitiva Casa de Dementes


Casa de Dementes


 En 1858 con fondos de la Legislatura de Buenos Aires fue construída la Casa de Dementes en los terrenos conocidos como de la Convalescencia, donde ya existía una casa similar para mujeres insanas que dependía de la Sociedad de Beneficencia.
Para su ejecución la dirección le fue confiada a la Sección de Obras Públicas de la Comisión Municipal y la Comisión Filantrópica que tenía a su cargo la Convalescencia.
Através de un concurso de planos, que serían aprobados por Obras Públicas y la Facultad de Medicina, resultaron premiados los arquitectos Henry Hunt y Hans Schroeder con un presupuesto de $1.200.000 m/c.
Tres años después los trabajos se paralizaron debido a la guerra civil y las dificultades políticas en que Buenos Aires se encontraba sumergida.El edificio logró terminarse con algunas interrupciones en 1865, del cual el Dr.Ventura Bosch sería su primer director y el artífice necesario para que esta obra se lleve a cabo.
A raíz de eso se lo denominó "Hospicio de San Buenaventura", en obvio homenaje a este propulsor de la Casa de Dementes y destacado profesional, que fallecía en 1871 víctima de la terrible epidemia de fiebre amarilla.Inexplicablemente la Municipalidad en 1873 decide el cambio de nomenclatura rebautizandolo "Hospicio de las Mercedes", en alusión a la Virgen de las Mercedes, patrona tutelar del establecimiento según hicieron constar las nuevas autoridades.
Con el Doctor Lulio Melendez comienza el proceso de bienestar de los insanos que amparados por el Gobierno, "elevan al loco de otras épocas que gemía bajo el yugo de la ignorancia y las torturas de la barbarie, a la categoria de enfermo, con todas las  consideraciones que hoy se le dispensan".
Ya para 1881 el nosocomio se encontraba totalmente colapsado debido al crecimiento paulatino de los asilados que llegaban a dormir "de a dos en cama", causa que inmediatamente motivó a las autoridades el traslado al Hospital San Roque y al de Hombres de gran cantidad de pacientes y disponiendose con urgencia el ensanche del hospicio atraves de la Municipalidad que se haría cargo de la obra.



El nuevo Hospicio de las Mercedes

A mediados de 1882 la Municipalidad aprobó la licitación para la realización de las obras que recayó sobre el arquitecto sueco Henrik Aberg que confeccionó los planos y estaría a cargo de la dirección técnica.
La construcción esta ba bajo el maestro mayor albañil, Felipe Frugoni, que como dato anecdótico, se desprende de la Sección de Higiene de la Corporación Municipal que aprobó los planos y presupuestos, lo siguiente:"Hagase saber al Director del Hospicio de las Mercedes que debe poner bajo las ordenes del Sr.Frugoni todos los alienados aptos para el trabajo que se va a llevar a cabo", todo lo dicho  bajo las rúbricas de Coni, Pirovano y Parodi con la debida aprobación del Intendente Torcuato de Alvear.
Así es como los mismos pacientes y asilados resultaron ser mano de obra gratuíta del mismo servicio que les prestaba asistencia médica.
Con respecto a la nueva obra, habría que aclarar algunos puntos sobre su real ubicación en el terreno de la antigua casa de dementes que nada tiene que ver con el planteo actual al que algunos estamos acostumbrados a ver.
El primitivo nosocomio no estaba edificado hacia la calle principal (hoy Ramón Carrillo), sino con vista hacia el sur, calle de por medio, (Brandsen), con el Hospital de Alienadas (Htal.Braulio Moyano), donde en una zona elevada presentaba amplios jardines y su acceso se realizaba por esta última calle en cuestión.
El ensanche propuesto por Aberg se diseñó sobre el contrafrente de éste quedando su fachada hacia el lado norte, de cara al extenso muro perimetral que lo separaba del Hospital Rawson.
Es decir, ambas construcciones quedaban paralelas al camino principal unidas por sus fondos.
Las distintas dependencias del edificio estaban distribuídas a partir de cuatro grandes patios donde los dormitorios se  alojaban alrededor de éstos, lavatorios y comedores espaciosos.Para los pensionistas de 2° clase dos salas de gran tamaño, comedor , salas de billar y lectura.Ya para los de primera eran habitaciones para una o dos personas.El frente del edificio de dos plantas estaba destinado a la Dirección y Administarción.
Fue proyectado para alojar un total de 300 camas, pero un año más tarde hubo que terminar tres salones más que sirvieron para albergar a los pacientes exiliados en otros nosocomios con motivo de las nuevas obras.En 1885 se culminaron las obras y a los pocos años el hospital volvía a quedar insuficiente.
Tiempo después distintos profesionales proyectaron pabellones que ayudaron a ampliar la institución.
En 1909 se demolió la primitiva Casa de Dementes, a partir de  la década de 1940 el ensanche diseñado por Aberg sería parcialmente destruído y absorvido por la construcción que hasta hoy se levanta en ese solar, pero esta vez con su frente principal hacia la avenida.
Los antiguos y frondosos jardines de la entrada fueron parcelados y desde finales de la década de 1960 el solar ostenta una construcción auxiliar especializada en el menor y el adolescente.
Hoy en dia este gran terreno de la antigua convalescencia es un enjambre de estilos arquitectónicos que conviven entre sí, algunos ya no están, pero aisladamente podemos encontrar pabellones clásicos de antes de fines de siglo XX junto a otros Art Decó, Racionalistas, unos de dudoso estilo y algunas pocas felices intervenciones.
Esta histórica zona de tierras lejanas y extensas anteriormente de propiedad particular, inhóspitas, intransitables, todavía conserva esa quietud, misterio y peligriosidad que la caracterizó por largos doscientos años.
Los tiempos cambian, pero en algunos lugares podemos seguír encontrando esa magia y un tiempo detenido que todavía continúa flotando en el aire.


Datos extraídos de:
José Penna-Eduardo Madero
La Asistencia Pública y la Administración Sanitaria
Municipalidad de Buenos Aires-1910.


En 1940 todavía podía apreciarse el ensanche realizado por el arquitecto Henrik Aberg




Ingeniero Carl Fredrik Nystromer / Proyecto del arquitecto noruego Olaf Boyé / C.A.B.A / Avenida Córdoba-Ayacucho-Viamonte-Riobamba / Palacio de las Aguas Corrientes / (1887-1894) / Excelente estado



Fotos:Fabio Perlin

jueves, 4 de octubre de 2012

Arquitecto Carl August Khilberg / Iglesia Santa Clara de Asís (1875) / Domselaar (partido de San Vicente)



De acuerdo a este anuncio la agencia de remates tenía un equipo técnico que se ocupaba de la construcción de la iglesia y se ofrecía para realizar las viviendas de los futuros pobladores. Los avisos publicitarios se esperaban en promocionar el grado de avance de la construcción del templo así como el profesional responsable del proyecto: “...se está edificando una magnífica iglesia obra del acreditado arquitecto Kihlberg. Carlos Kihlberg, vino a la Argentina en 1869, poco después integro la Oficina de Ingenieros Nacionales.
Entre 1870 y 1876 se encargo de las obras del edificio de la Dirección General de Correos de Buenos Aires y el de la Capitanía del Puerto y Oficinas Telegráficas. En 1875 Kihlberg regresa a Suecia)...”la iglesia está construida, las plazas cercadas y practicada la mensura del pueblo”; “verán casi concluida una iglesia de tres naves” indicaban los anuncios de la época. Si bien no se menciona al arquitecto Aberg, que trabajo junto a Kihlberg, hay documentación que lo relaciona con el pueblo Domselaar. Entre estos se destacan los planos del trazado del pueblo y de la iglesia que están firmados por este profesional el 27 de febrero de 1876
En diciembre de 1875, trasladada la escuela del edificio en el cual había sido construido para la capilla, el Sr. Miroli solicito al Arzobispo de buenos aires la bendición de la misma, siendo el Dr. Luis Sáenz Peña, que tenia una estancia en la zona, al padrino y quien donara luego el cáliz de oro con sus iniciales.
Pero todavía en 1882 la misma no se había habilitado, pese a que Monseñor Aneiros informara que ya se ataba concluida.
Hoy, esta construcción, ha sido declarada Monumento Histórico Provincial.



Arquitecto Henrik Aberg / La Plata / Museo de Ciencias Naturales (1883-87)



Breve reseña

El gérmen del Museo de La Plata tuvo lugar en otro sitio y bajo otro nombre al sancionarse la ley para la creación del Museo Antropológico de Buenos Aires en 1877 por la Legislatura Bonaerense.
Su fundador Francisco Pascacio Moreno era un joven de 25 años apasionado por los fósiles y restos arqueológicos que ya había realizado peligrosas expediciones a la Patagonia sin más que su pasión por la naturaleza, con una colección propia recolectada durante diez años.
El Ministro del Gobierno Provincial, Vicente Quesada, menciona la necesidad de fundar un Museo de Ciencias Naturales que podría estar formada por las colecciones de Moreno.Éste enterado de ese mensaje elevado a la Legislatura Provincial en Mayo de 1877, ofrece en calidad de donación su museo personal.
El Gobernador Bonaerense, Carlos Casares, sanciona la ley de creación del museo el dia 17 de Octubre de 1877 y poco después se designa a Moreno como su primer director.Más tarde abre sus puertas en el segundo piso del antiguo Teatro Colón, solar conocido como el "Hueco de las ánimas".
Gobernaba el Presidente Nicolás Avellaneda, que propone la ley de Federalización de Buenos Aires, antes de finalizar su mandato, sancionada en Septiembre de 1880.
Poco después asume la presidencia el General Julio Argentino Roca, quién había triunfado en las elecciones del 1° de Abril, iniciándose así la famosa generación del '80 que vendría plasmada de progreso, ciencia y cultura y llevaría a la Argentina hacia la cima del mundo Latinoamericano.
El 1° de Mayo asume la Gobernación Bonaerense Dardo Rocha, que siguiendo sus ideas y acompañado por una comisión especial para tal fin, promulga justamente un año después, la ley que convertía en capital provincial al Municipio de Ensenada y ordenaba la creación de una ciudad que por sugerencia de José Hernandez llevaría el nombre de La Plata.
Se fundó el 19 de Noviembre de 1882 y un año y medio después se instalaron las autoridades provinciales.
El trasalado del museo de Francisco Moreno fue una de las primeras medidas adoptadas en Junio de 1884, siendo ubicadas provisoriamente en la planta alta del Banco Hipotecario.
Dos años antes, Moreno ya había sido designado como parte de la comisión encargada de la construcción de los edificios públicos entre los que se emncontraba el museo.
El 15 de Septiembre de 1884 eleva un presupuesto para lo que él denomina "Museo de La Plata" al Gobernador Carlos D'Amico, sucesor de Rocha, organizado sobre la base de las colecciones del "Museo Antropológico y Arqueológico".
El sueño de Moreno comenzaba a tomar forma.


El edificio

El 17 de Septiembre de 1884, se aprueban los planos y dos dias después se lo designa director del mismo.
Al mes siguiente se comienza con la construcción de apertura de los cimientos.
El nuevo edificio sería construído en el parque de la ciudad conocido como Paseo del Bosque, que fuera otrora estancia de Martín J.Iraola.
El ejecutor del proyecto fue el arquitecto sueco Henrik Aberg, quien en esta oportunidad trabajaría con quien fuera su ayudante en el Departamento de Ingenieros cuando éste fuera su director, el arquitecto Carl Heynemann, quien tendría más adelante la responsabilidad de terminar la obra cuando Aberg luego de más de 16 años de trabajo ininterrumpido en la Argentina se alejaba definitivamente para radicarse en Europa.
Demás está decir que Moreno vigiló con recelo y participó en todas las etapas de la construcción, interviniendo hasta en los más mínimos detalles.
Era su obra, su anhelo, su vida, el sueño de un hombre enamorado de las ciencias naturales.
La planta adoptada fue la elíptica, por sugerencia como no podría ser de otra manera, de Moreno, que inspirandose en las ideas del paleantólogo francés Albert Gaudry, proponía que el visitante al museo debía avanzar dentro del edificio en un itinerario oval que lo hiciera pasar del mundo inanimado del mineral y la piedra, al desarollo de la vida en el planeta, de plantas y animales, para culminar con el propio ser humano y su evolución física.
Moreno llamaba a ésto "anillo biológico".
Aberg y Heynemann adaptaron esa idea a la obra logrando un cuerpo central de planta rectangular con dos hemiciclos en los extremos.El edificio se cierra sobre sí mismo y ofrece unicamente dos ingresos, la entrada principal y una menor debajo del nivel del terreno por detrás.
Consta de tres pisos, el nivel inferior o semisótano con ventanas enrejadas, el principal, elevado a tres metros del terreno con todas las salas de exhibición y el superior, sobre el cuerpo rectangular central y entre éste y los hemiciclos de los extremos dos patios semicirculares.
El estilo adoptado fue el greco romano, simplemente adecuado, sin demasiads pretensiones.
La amplia escalinata de dos tramos conduce al pórtico de seis columnas de orden compuesto soportando la entablatura en donde el friso ostenta el nombre de la institución y encima de éste el frontis triangular.
Los lados de la escalinata estan limitados por muros balaustradas de mármol fosilífero alemán, por debajo de la cornisa de la facahada hay 12 hornacinas rectangulares que albergan bustos de distintas personalidades.La mayoría de las esculturas fueron realizadas por el escultor veneciano radicado en La Plata, Victor de Pol (1865-1925).
La fachada continúa con muros enteros con pilastras y portales falsos flanqueados por columnas con capitel, entablatura y tímpano en su parte superior.
El contrafrente o fachada posterior está desprovista de casi todo, sólo presenta el ingreso menor antes mencionado, repitiendose los falsos portales y sin decoración alguna, directamente se eleva el cuerpo de dos plantas con ventanales.
En el interior se accede a la rotonda de planta circular, una amplia escalera de mármol se abre en dos ramas y nos remite al piso alto donde hay grandes pinturas al óleo sobre el muro.La rotonda abarca ocho aberturas en sus muros y en su cielo raso un amplio vano circular sostenido por ocho delgadas columnas jónicas de metal y que tiene por función el ingreso de luz.El acceso a las salas son 17 planificando su entrada por la de la derecha que sigue el trayecto oval planteado por Moreno, regresando así al punto de partida.
El techo del piso superior al que se accede por una espaciosa escalera está soportado por ocho columnas metalicas y un gran lucernario con vidrios de colores por donde ingresa la luz diurna.Es más reducido que el inferior ya que carece de los hemiciclos.Son en total seis salas grandes de planta rectangular, dos con claraboyas importantes en el techo y un vano central en el piso.Los demás ambientes están destinados a secretaria y oficinas.
El edificio se completa con el semisótano de 40 ambientes destinados a depósitos, talleres, laboratorios, aulas y gabinetes.
Finalmente luego de varias aperturas al público en distintas oportunidades, se concreta, aunque no oficialmente, la definitiva en 1888.
"El imponente edificio que se alzaba hilada tras hilada colocadas por manos de obreros italianos, era un himno de esperanza al futuro del país y de su ciencia, un reto que lanzaban los hombres de la nueva capital de la ciudad portuaria, esos hombres que aspiraban a convertir a La Plata en el principal centro cultural y científico de la Argentina".

Datos extraídos de:
Mario Teruggi
Museo de La Plata 1888-1988
"Una centuria de honra"
Fundación Museo de La Plata y
Banco de Boston.-1989

Arquitecto Henrik Aberg / C.A.B.A / Catedral Metropolitana / Mausoleo del Gral San martin (1880) / Escultor Albert Carrier Belleuse




Antecedentes

La idea de la repatriación de los restos mortales del General Don José de San Martín, muerto en 1850 en Francia, motivó distintos proyectos a lo largo de los años.
En 1864 los diputados Adolfo Alsina y Martín L.Moreno, presentaron uno que no llegó a concretarse debido a los numerosos acontecimientos que vivía el país.
El Concejal Manuel Guerrico en 1870 solicita un terreno en el Cementerio Del Norte (Recoleta) que parecía estar presto a entregarse, pero que el mismo presidente de la Municipalidad desechó destinando ese solar para otros fines.
Sería finalmente el Presidente Dr.Nicolás Avellaneda en el discurso que pronunció el 5 de Abril de 1877, aniversario de la Batalla de Maipú, donde invitaba a sus conciudadanos a recaudar los fondos necesarios, reunirse en asociaciones patrióticas y promover el traslado de los restos del general estadísta para su descanso eterno en la Catedral Metropolitana.
Casi de inmediato y haciéndose eco de la iniciativa el Poder Ejecutivo nombró una Comisión para las suscripciones populares.
Simultaneamente Avellaneda designa días después, el 11 de Abril, la llamada"Comisión Central de Repatriación de los restos del General José de San Martín", que sería la encargada de organizar las comisiones provinciales y los concursos que se necesitaran para constuír el mausoleo y el recinto.
Al año siguiente fueron realizados los actos por el Centenario del nacimiento de San Martín donde se destacaron la participación de los gobiernos Nacional y Provinciales y representantes de sociedades extranjeras.La suscripción popular era un éxito cubriendo todo el país e incluso se les pidió a los cónsules  argentinos en el extranjero una colaboración.Se efectuaron también conciertos y funciones literarias con el objetivo de aumentar los fondos ya recaudados.
Vale destacar que entre los diversos actos y festejos se procedió a la colocación de la piedra fundamental del mausoleo.
Los restos del Gral.San Martín recién llegarían a Buenos Aires el 28 de Mayo de 1880 y aunque las ceremonias fueron imponentes sería ubicado momentaneamente el el Panteón de Canónigos de la Catedral.
El 27 de Agosto fueron trasladados al monumento sepulcral cuando el recinto todavía se encontraba en obras.


Carrier Belleuse

Albert Carrier de Belleuse nació en Anizy-Le-Chateau, Aisne, Francia, el 12 de Julio de 1824.
A los 16 años ingresa a la Escuela de Bellas Artes de París donde fue discípulo del escultor David D'Angers.
A partir de ganar un premio en uno de los certamenes oficiales, es donde comienza a adquirir notoriedad y expondrá casi sin interrupción el resto de su vida.Fue considerado como uno de los herederos de la tradición escultórica francesa del siglo XVIII que fuera transmitida por los maestros románticos.
Su arte se caracterizaba tanto por su eclecticismo, como por una invención elegante.Desarrolló una extensa obra como decorador en las nuevas construcciones del Louvre, en la Opera de Garnier y la Municipalidad de París.Fue el retratista de los bustos de Napoleón III, Gantier, Daumier, Thiers y de monumentos como el de Massena en Niza y el de Bolivar en Caracas.Se sabe que Francia le encargó la estatua de La Fayette para obsequiarla a Estados Unidos.
El gobierno argentino le solicitó primeramente la estatua ecuestre del General Manuel Belgrano, ubicada primitivamente en la pequeña Plaza 25 de Mayo, entre la Recova y frente al solar que perteneció al antiguo Fuerte de Buenos Aires.Luego de la unión de ambas plazas el monumento sufrió una traslación en su orientación, que es tal cual se observa hoy.El otro es este mausoleo al Gral San martín que estamos comentando.Existen también otras obras menores pero que revelan su gran calidad como artista.
Los bustos de bronce de San Martín, Belgrano y Rivadavia, obras en yeso y dos tinteros con el busto de Bernardino Rivadavia que son propiedad del Banco Provincia de Buenos Aires.Otros están catalogados en el ámbito de los encargos privados como puede ser el busto realizado en mármol blanco de Manuel José de Guerrico que existe en el Museo de Bellas Artes.


El monumento

Del llamado a concurso para la erección del monumento fúnebre atraves de la Comisión Central, se sabe que fueron analizados los tres proyectos del escultor italiano Tantardini, el de N.Burgos, el del arquitecto Ernesto Bunge, también el de otro italiano, Camilo Romaroine y el perteneciente al francés Carrier Belleuse.
Habría que esperar más de un año para que la Comisión se decidiera por el proyecto más acorde y representativo para albergar los restos del padre de la patria.
El 20 de Septiembre de 1878 através de las noticias se supo que la obra ganadora era la proyectada por Carrier Belleuse de París.El informe elevado por el organismo de repatriación afirmaba que el proyecto presentado por el escultor francés era el que reunía las mejores condiciones por su concepción patriótica y la severa sencillez y no por eso excluída de grandiosidad monumental, el tiempo para la ejecución y precio de la obra y los antecedentes previos de haber ejecutado la estatua ecuestre del Gral Belgrano.
El 31 de Diciembre de 1879 se firma el contrato entre el Ministro Plenipotenciario y el proyectista de la obra seleccionada.Allí se consignaba que el monumento tendría que estar finalizado para el 1 de Abril del año siguiente de acuerdo con el modelo aprobado.Las esculturas debían ser esculpidas en un sólo bloque y las inscripciones y bajorrelieves en bronce.
El mismo artista señala que el mausoleo tendrá un basamento de forma prismática con estatuas simbolizando a las Repúblicas de Argentina, Chile y Perú en tres de sus frentes coronada por un sarcófago de mármol negro.El pedestal tendrá un ancho zócalo de mármol rojo antiguo, el resto de la base será de otro tipo de la misma piedra y las dos pequeñas fajas superiores serán de color caoba.Sobre este basamento descansará el sarcófago.
Las figuras femeninas serán realizadas en mármol de carrara.La que simboliza a la Argentina, ubicada al frente, representa "la preponderación política, la prudencia y la firmeza tan bien preconizadas por el gran carácter del ilustre general".
A la izquierda con espigas en sus manos, frutos esparcidos a sus pies y el ancla en que se apoya, que indican la fertilidad del suelo y la navegación comercial, es la alegoría de Chile.
En la estatua de la derecha, la pica del minero y los atributos del comercio eran los símbolos del Perú.
A principios de Septiembre de 1880 eran descargados los últimos mármoles del monumento que sería terminado rápidamente.
Cuando se decidió colocar el cuádruple ataúd con el cadáver embalsamado del Gral San Martín, observaron que era imposible colocarlo horizontalmente debido a su gran tamaño, algo que la Comisión aparentemente ignoraba, considerando entonces ubicarlo de forma oblicua en la parte inferior del basamento, de modo que la cabeza del prócer queda casi a la misma altura de la persona que que contempla el monumento.
El escultor Albert Carrier de Belleuse siempre realizó sus creaciones desde su taller de París, nunca estuvo en la Argentina.
Falleció en Sévrés el 3 de Junio de 1887, siete años después de realizar esta gran obra.



Concurso para la construcción del recinto

La Comisión Central luego de aceptar el proyecto de mausoleo solicita al Presidente de la Municipalidad, José de Guerrico, llame a concurso para proyecto de la capilla que contendría el monumento al Libertador, con los programas, planos y presupuestos que serían evaluados por dicha comisión.
Al redactar las bases se estableció que que la construcción debía ser realizada con materiales de primera calidad, estar en armonía con el templo y el monumento y que el piso alrededor de éste fuera de mosaico, imitando al antiguo.Cantidad de plantas, elevaciones y perspectivas que debían presentarse y el uso de un epígrafe para cada proyecto.La recepción de los trabajos sería hasta el 31 de Diciembre, con la obligación de ser expuestos durante la primera quincena de Enero.
El Jurado que se designó para este concurso eran Salvador Maria del Carril, como presidente, Luis Saenz Peña, Ricardo Lavalle y Julio de Vedia, como representantes de la Comisión Central, José de Guerrico por la Municipalidad, los ingenieros, Guillermo Villanueva y Enrique (Henrik) Aberg, pertenecientes al Dto.Nacional de Obras Públicas y el arquitecto Ernesto Bunge y Groux de Patty, profesionales que no pertenecían a ningún organismo oficial.
Este jurado tuvo demasiados problemas internos que los llevó a no poder decidír ni tomar una resolución final sobre la clasificación de los 14 proyectos presentados.Estos estarían presentados en la puerta de la Casa del Congreso (antiguo).
Para el 17 de Febrero el jurado pudo reunirse casi en su totalidad, siendo ausente un sólo miembro, explayándose en un "no muy alentador veredicto", en el cual se informaba;"........que no hemos hecho elección entre los catorce proyectos presentados, porque los unos no estaban en las estrictas condiciones del programa y los otros no respondían al elevado y patriótico sentimiento, objeto del concurso".
Actualmente de estos proyectos rechazados por la comisión, sólo se conservan las memorias descriptivas, las especificaciones y los presupuestos, habiéndose perdido, las plantas elevaciones y perspectivas, como así la mayoría de los sobres  con los nombres de los concursantes, lo que hace imposible identificar a quién pertenece cada proyecto.
De los que si han podido ser identificados resultan participantes, Guido Maffia con su lema "Honradez y Trabajo", Jorge Mazarine o Mazarino con "Nihil Desesperandum", A.Fumagalli y Bade bajo el título "Loor a San Martín", y otros que se han hallado con algunas especificaciones, pero no así los nombres de los proyectistas bajo los lemas "Arts /Longae /Vita Brevis y "1805-1870".
Hubieron también profesionales más reconocidos como el arquitecto Jules Dormal, que fue el único sobre que pudo encontrarse, pero lamentablemente carente de la documentación donde sólo contenía vagas referencias al proyecto.
Otra de las sorpresas las han dado los ingenieros arquitectos Juan Pirovano y Juan Antonio Buschiazzo, de la cual únicamente pudo hallarse una solitaria nota firmada por ellos donde dicen aceptar las condiciones  ajustándose al programa, obligandosé a dirigir la obra en caso que el proyecto de ambos fuera el elegido.
Finalmente el perteneciente al arquitecto Henrik Aberg, del Dto. de Ingenieros Civiles de la Nación, miembro también de la Comisión que clasificó los trabajos, fue el elegido para realizar la obra.
Esto quizás pueda explicarse que a partir de haberse rechazado todos los proyectos evaluados, el Ministro del Interior, Saturnino M.Laspiur, se dirigió al Dto.de Ingenieros, previa solicitud formulada por la Comisión Central, para que se realizen los estudios necesarios de la construcción de la capilla destinada a mausoleo.
Rápidamente el jefe del mismo, Guillermo White, le hace saber que están a su disposición, "los planos,  presupuesto y descripción del proyecto para la Capilla San Martín confeccionado por el Arquitecto Nacional (Henrik Aberg) y aprobados por el Consejo de Obras Públicas".
El proyecto está firmado y fechado el 4 de Abril de 1879, lo que habla de ser el mismo  presentado a concurso, si Aberg introdujo modificaciones posteriores posiblemente las haya realizado durante la construcción de la obra.
Fue aceptado por la Comisión Central exactamente tres meses después, encargándole la dirección de la obra.
Debemos decir primeramente antes de transcribir las descripiciones que hace el propio Aberg de su proyecto, que el lugar definitivo para la creación del mausoleo fue la antigua capilla de Nuestra Señora de la Paz, que tuvo que ser ampliada tomando parte del pequeño patio lindero del Palacio Arzobispal, presentando una forma cúbica a la cual fueron adosadas las formas prismáticas de los ábsides con techos en pendiente sobresaliendo la mitad de la cúpula revestida con baldosas y la linterna con vidrios.



Proyecto"Capilla San Martín" textual Enrique (Henrik) Aberg

En el presente proyecto he tenido principalmente en vista el dar al interior de la capilla las dimensiones para obtener alrededor del monumento un espacio libre bastante ancho para permitír que se vea el monumento cómodamente desde todos los lados.
Para conseguír este fin sin sacrificar un pasaje entre el muro lateral  del Palacio Arzobispal y el monumento era necesario entrar considerablemente en la capilla de la Catedral que se había concedido para para colocar allí el sarcófago del General San Martín, pero que no es bastante grande para el monumento que se está ejecutando, pero ésto lejos de ser un inconveniente, al contrario favorece al proyecto, puesto que así queda aquélla, reducuda a las proporciones que le corresponden como atrium de la capilla San Martín y las aberturas que sirven de comunicación entre las demás capillas laterales de la Catedral quedan de ese modo bien en el centro de las paredes laterales del atrium, sin necesidad de alterar su forma ni su posición.
La Capilla San Martín forma un octógono regular, en el centro está colocado el monumento, al lado de la Catedral hay un gran arco de medio punto que da entrada a la capilla, el muro que queda enfrente de este arco no tiene ninguna abertura sino una decoración con la inscripción "San Martin".
A los dos lados salen dos ábsidos cuyos planos son semicirculares, estos dos nichos están destinados para contener uno el altar del Redentor y el otro un trofeo de armas y banderas del Ejército Libertador.En caso que se resolviere no colocar el altar, soy de opinión que en el primer ábsido podría colocarse otras armas y banderas conquistadas por el mismo ejército.
En los cuatro costados restantes se encuentran los nichos destinados a recibir estatuas del mismo ejército que por sus méritos se considerasen dignos de asociar a la causa de la Independencia Sudamericana a la del ilustre General San Martín.
El todo está cubierto por una cúpula en forma de media naranja y la única luz que recibe el interior de la capilla fuera de la que entrara de la Catedral pasa por la abertura que se halla en el vértice de la cúpula, cuyos rayos caerán así directamente sobre el monumento.Bajo la cúpula hay un friso de un metro de altura donde se colocará un bajorrelieve que representa el Paso de Los Andes.
En el centro que se halla enfrente de la entrada de la capilla habrá una alegoría de tres figuras que representarán La Libertad en el centro y a un lado La República Argentina que manda asus hijos a la Conquista de la Independencia de su país y de las demás repúblicas hermanas sobre el Pacífico.
Al otro lado de La Libertad está el genio de la historia que entrega al Gral.San Martín la corona de la inmortalidad.
En cuanto a los materiales que se deben emplear para la construcción de la capilla lo he calculado hacer todo en ladrillo con mezcla de primera calidad.Al revoque se dará un estuco lustre, menos el zócalo que será de mármol.La cúpula y demás bóvedas serán pintadas al óleo.Los ornamentos serán de yeso de París.
El piso de la capilla será de mármol blanco y el del atrium de mosaico.
En la claraboya se colocará una estrella de vidrios pintados, que representará el "Sol de Mayo".

                                                                                                                               Enrique Aberg       



El 7 de Noviembre de 1880, el Director del Dto. de Ingenieros Civíles de la Nación comunica que han finalizado los trabajos respectivos a la capilla y que sólo faltan algunos elementos decorativos, como el altar con la esfigie del Salvador, las estatuas de los compañeros de San Martín y los bajorrelieves del friso, ornamentaciones que nunca fueron agregadas a la construcción.
Como dato no excluyente , aunque sí anecdótico, puede decirse  que ésta es la única obra de toda su producción que está firmada, esto puede apreciarse en la base de la pilastra ubicada en el nicho a la izquierda de la entrada que en su cara lateral dice: "E.Aberg Arquitecto", despejando así ciertas teorías de algunos historiadores que la adjudicaban al escultor italiano Camilo Romairone, que finalmente pudo constatarse que este artista sólo estuvo vinculado a la obra como autor de un bajorrelieve que nunca fue terminado.


Datos extraídos de:
Jorge Bedoya
El Mausoleo del General San Martín
Buenos Aires-Museo de la Casa de Gobierno-1975-


Fotos:Fabio Perlin

Arquitecto Carl August Kihlberg / Casa de Correos (1873-76) / MUTILADA Y MODIFICADA


Antecedentes

Este emblemático edificio en su época, hoy sepultado y mutilado bajo una obra aún mayor, nunca ha sido del todo estudiado en profundidad, sobre todo por la escasa o casi nula información que existe y más aún debido a que cuando la obra quedó terminada duró relativamente demasiado poco en su estado original.
Domingo Faustino Sarmiento en ejercicio de la Presidencia de la República (1868-1874), fue un fervoroso impulsor de las telecomunicaciones.Durante su mandato mostró especial interés en el correo y el telégrafo y desarrolló un plan de medidas que lograron el éxito y la aceptación de los ciudadanos; la obligatoriedad de usar una estampilla nacional para el franqueo internacional, la fundación de la escuela de telegrafía, el abaratamiento del franqueo, la reglamenteción y legislación para el funcionamiento del correo, la instalación de una casa central en Buenos Aires y la promulgación de la ley para la construcción de varios edificios nuevos.
En 1872 se había logrado con exito la intercomunicación entre todas las provincias por medio del telégrafo.
En 1865 se inauguró la Unión Telegráfica Internacional, en 1874 se organizaba la Unión General de Correos y en 1876 salía la Ley Orgánica de Correos en la Argentina.
El impresionante impulso que tomó el tema del correo originó desde el Gobierno la decisión de construír un edificio acorde y que albergara todas las necesidades.
Así la ley 556 dictada el 5 de Octubre de 1872 autorizaba la construcción de varios edificios, entre ellos la Casa Central.
Esa misma ley contemplaba que la ubicación sería la esquina suroeste del solar que había ocupado el Fuerte de Buenos Aires.


La futura Casa de Correos

El Decreto que ordenó la elaboración de los planos, el 29 de Enero de 1873, afirmaba la contratación del arquitecto sueco Carl Kihlberg, como proyectista, cuyos planos para el mes de Octubre estaban exhibidos al público en general.
El Diario La tribuna de ese mismo año daba cuenta de eso:"En el almacén de los señores Fusoni y Maveroff está en exhibición el plano en perspectiva de la nueva casa de correos que muy pronto va a construírse, con frente a la plaza 25 de Mayo y calle Victoria.Será indudablemente un majestuoso edificio que hará en todo tiempo honor a la administración actual y a los ingenieros que lo han proyectado".
Ese mismo mes, un decreto llamó a licitación para efectuar las obras de carpintería por un lado y albañilería, yesería y herrería, por otro.La construcción fue adjudicada a Pedro Franchi y Cia.
Pero para los primeros meses de 1874, Sarmiento finalizaba su mandato y los problemas por la crisis económica y las luchas por el poder político en las elecciones, echaban por tierra cualquier posibilidad de avanzar con el proyecto.
Con la llegada a la primera magistratura del Dr.Nicolás Avellaneda (1874-1880), recién se activaría la construcción a ritmo lento, que tiempo después volvería a suspenderse.
El proyecto original de Kihlberg, según lo muestra el plano adjunto, consistía de un edificio rectangular de dos plantas con un patio en el medio.Por su fachada simétrica se accedía al vestíbulo por el centro del cuerpo, donde en ambos laterales se encontraban las salas de Franqueo, Valijas y los Salones de Abonados.
A los costados de la caja de la escalera, ubicada en el centro del patio, se alojaban los Salones del Interior de la República, Certificados y Reclamaciones.En la parte posterior, los depósitos y áreas de servicio.
En el primer piso la distribución era muy similar, las ventanas del frente eran dobles con arco de medio punto.
En el ángulo norte se encontraban los salones que correspondían a Estados Unidos y las Repúblicas Americanas y en la parte sur un salón doble de Ultramar y un Depósito de Sellos.
Por el ala sur en el desnivel de la barranca, existían dos puertas de acceso y ventanas irregulares que no estaban contempladas en el proyecto original y fueron introducidas en las modificaciones realizadas en 1876, al igual que el cuerpo posterior donde se encontraban los depósitos que nunca llegaron a construírse.
El estilo que se optó para una construcción tan imponente fue el Renacentista, corte clásico, con techos de mansarda, cúpulas y miradores superiores.
En 1875 nada o poco se había hecho.
Pero al año siguiente, una Comisión Inspectora de Obras Públicas, encabezada por el arquitecto sueco Henrik Aberg, analizaba las nuevas propuestas de otra licitación realizada para la continuación de las obras que se encontraban paralizadas.
Se decidió que la empresa de Agustín Ferrari y Cia se contratara para todas las tareas, a pesar de que se había pedido expresamente que los trabajos se efectuaran por separado.
Una vez más los trabajos retomaron su ritmo, pero nuevas discusiones lo volvieron a poner en riesgo.
Nuevos contratos recayeron en los señores Bustorff y Sackmann para la carpintería, retirándole la parte de la concesión a Ferrari, lo que otra vez originó inconvenientes y cruce de palabras  entre los contratistas y constructores.Todo esto lo dió por terminado el Presidente Avellaneda que firmó la autorización poniendo punto final a todo este caos administrativo.
Afortunadamente la Casa de Correos estaba encaminada por fín hacia su felíz aunque problemática culminación.
El último de los contratos, también con algunas trabas pero no tan traumáticas, fue la contratación de Arnold Leslie para la instalación de gas en Agosto de 1876, y que sería la obra más significativa e importante para la época, ya que se trataba del primer edificio público del país que tuvo un sistema de iluminación centralizado de este tipo.
Después de tantas idas y vueltas el edificio quedó concluído con algunas modificaciones y sectores no construídos, bajo la atenta mirada del arquitecto Aberg.
Vale aclarar que la obra de Kihlberg sólo permaneció seis años en su estado original, conviviendo en un mismo solar con parte de lo que quedaba  del Antiguo Fuerte.
A partír de 1884 empezaría su total transformación dentro del englobamiento integral realizado por el arquitecto italiano Francisco Tamburini, de la fugaz Casa de Gobierno proyectada por Aberg en 1883 y ésta Casa de Correos de Kihlberg.
Más acá en el tiempo, en 1938, se demolió su ala sur para el ensanche de la calle Hipólito Yrigoyen, dejando asimétrica toda la obra en su conjunto.



A modo de conclusión

El arquitecto Carl August Kihlberg, autor de los planos, pudo dirigir muy poco su obra, probablemente sólo se limitó a la edificación de los cimientos debido a los constantes inconvenientes que derivaban de las discusiones, el incremento de los precios y la crisis económica imperante en la República.
Lo cierto es que Kihlberg regresa a su país en Mayo de 1875 sin concluír su obra y sin la certeza que alguna vez se terminara, confiando quizás en su compatriota y ex socio Henrik Aberg, que ya formaba parte del Departamento de Ingenieros Nacionales para que la llevara a buen puerto.
Regresaría 13 años después con toda su familia, pero ya la fisonomía de la zona  no era la misma, la Recova había desaparecido permitiendo la unión de ambas plazas, los primeros tramos de la Avenida de Mayo iban ganando en notoriedad, la Antigua Aduana había sido demolida y los planes de ganarle terreno al río para el maratónico proyecto de un nuevo puerto, estaban en marcha.Un Cabildo deformado.
Cuesta imaginar al arquitecto kihlberg en medio de la plaza, que seguramente sucedió, en un paisaje totalmente renovado, buscando visualmente antiguas arquitecturas ausentes, para que su ojo experto reconozca su gran obra inconclusa, mutilada y deformada que ahora formaba parte de  de una obra aún mayor.
Murió en 1908 en Buenos Aires, lugar que él mismo eligió como su segunda patria.


Datos extraídos de:
Daniel Schávelzon
La Casa de Correos de Buenos Aires (1873-1876)
Revista DANA (Documentos de Arquitectura Nacional y Americana) Nº 23
Instituto Argentino de Investigaciones en Historia de la Arquitectura.
Abril 1987.