El proyecto y dirección del Banco de Londres y Rio de la Plata es atribuído al arquitecto Henrik Aberg en un libro sobre el legado sueco en la Argentina. (1)
La afirmación parece correcta ya que Aberg paralelamente a su actividad oficial que se inició en 1874 cuando fue incorporado a la Oficina de Ingenieros Nacionales, fundó su propia empresa constructora e inmobiliaria, "La Edificadora", que le permitió acceder al sector privado, ya que proyectaba, construía y comercializaba sus propias obras siendo muy solicitado por entidades y companías extranjeras y por particulares que requerían sus servicios.
El edificio del Banco de Londres corresponde a un estilo netamente neoclásico de volumetría pesada e indiscutida tipología bancaria.
Proyectado en esquina, consta de dos plantas y terraza, un imponente zócalo en altura sirve de base a las muchas pilastras corintias apareadas que soportan un grueso entablamento y se intercalan con las grandes ventanas verticales de la planta baja y los balcones de balaustres del piso superior.
El acceso por su ochava se realiza por medio de tres peldaños, lo que habla de una planta elevada, flanqueada por dos columnas jónicas de fuste combinado donde apoya un frontis triangular abierto en su línea inferior y debajo la placa que ostenta el nombre de la institución.
Su saliente cornisamiento perimetral con modillones da paso a un alto muro ciego en su ochava que intercala con balaustres y pilares de mampostería, siguiendo éstos, fielmente el lineamiento de las pilastras corintias.
Si bien contiene elementos ornamentales básicos y representativos del estilo de la obra, está bastante despojada de detalles decorativos que la convierten en una construcción de aspecto severo y sombrío.
La nota más pintoresca la den quizás los dos faroles artísticos a gas que custodian el acceso principal.
A partir de la década de 1960 la antigua obra de Aberg fue reemplazada por una nueva sede proyectada en un estilo que impactó dentro de la zona bancaria por sus desproporcionadas formas y el hormigón a la vista, el "Brutalismo".
El precursor de esta reveladora manera de edificar es el arquitecto Clorindo Testa, trabajando en este caso junto al grupo SEPRA, estudio de los arquitectos locales, Santiago Sanchez Elía, Federico Peralta Ramos y Alfredo Agostini, que cambiaron para siempre con su "obra" la fisonomía de la zona bursátil.
(1) Julio Morosi
"El aporte de los técnicos suecos de la Presidencia
de Sarmiento al Centenario"
Comisión de Investigaciones Científicas de la
Provincia de Buenos Aires.
Ministerio de la Producción y el Empleo.
Octbre de 1998-
Foto actual:Mapa Interactivo de Buenos Aires.