Arquitecto Morten F.Ronnow / C.A.B.A / Av.Belgrano 601 / Perú 365 / Edificio Otto Wulff (1914)

Antecedentes

Cuando al arquitecto Morten Ronnow le fue encomendada la tarea de la construcción de un edificio de oficinas de carácter monumental, se encontró con la dificultad de un solar construído.

No era una edificación cualquiera, se trataba de una emblemática e histórica obra.

La casa de una planta había sido construída en el siglo XVIII como vivienda particular.

Es adquirida en 1801 por Joaquín Del Pino y Rozas (1729-1804), octavo Virrey del Río de la Plata, y su esposa Rafaela de Vera Mujíca y López Pintado (1753-1816), sus nueve hijos, más los siete de un matrimonio anterior del virrey.

Allí en 1807 se luchó tenazmente contra la invasión inglesa que quería tomar la casa por asalto.Luego de la muerte del virrey su viuda siguió morando allí con algunos de sus hijos y la propiedad pasaría a ser conocida popularmente como la casa de la "Virreina Vieja" o "Virreina Viuda".

Rafaela de Vera y Mujica de Del Pino fallece en 1816.Más tarde sus descendientes se desprenden del inmueble que es adquirído por el Obispo Mariano Medrano que la convierte en Residencia Obispal, luego es utilizado como vivienda del Ministro de Portugal y en 1878 fue sede del Montepío, el antecedente de lo que luego sería el Banco Ciudad.

Para finales de siglo el infortunio la convierte en casa para inquilinato, un período de decadencia y final anunciado.

Alrededor de 1910 es comprada por el empresario naviero Nicolás Mihanovich para en dicho solar levantar una nueva construcción.

El arquitecto dinamarqués Morten F.Ronnow deslumbrado por la propiedad, realiza detalladamente los planos y dibujos asombrado por el desinterés que se manifestaba por una histórica obra, los mismos fueron entregados a la Escuela de Arquitectura.

Luego la antigua casona de la Virreina Viuda era demolida, desapareciendo así un fragmento importante de uno de los tantos capítulos de la historia lejana de nuestro país.

La obra de Ronnow

De fuerte impronta antiacademicista, su estilo puede ser considerado como "Jugendstil", la versión germana del Art Nouveau, conservando los cánones establecidos de la dovisión tripartita de basamento, desarrollo y remate.También podemos encontrar rasgos renacentistas y neogóticos englobados en un eclectisísmo absoluto.
Morten Ronnow trabajó junto a los ingenieros Pedro Dirks y Luis Dates para su edificación, logrando así una notable solidez constructiva como una destacada riqueza en el lenguaje utilizado.
Su fachada representa una fascinante escenografía con una ornamentación muy marcada de largas pilastras, columnatas y cornisamientos, más los distintos detalles expresivos que resaltan por todo su frente.
En el encontramos los ocho fabulosos atlantes de cinco metros que sostienen sobre sus hombros, a partir de la tercera planta, toda la construcción.Se dice que éstos representan a los distintos oficios o profesiones necesarios que interviene en la edificación; herrero, carpintero, albañil, forjador, aparejador y escultor.En su ochava, el jefe de obras y el arquitecto, en este caso el mismísimo Ronnow.
Pero también encontramos cariátides, pasadizos, miradores y trazos esotéricos como gárgolas, óculos y rostros.Hay un homenaje a nuestra fauna local con lechuzas, osos, loros y pinguinos y los cuatro enormes cóndores guardianes que vigilan desde las alturas.
Remata el edificio las dos deslumbrantes y esbeltas cúpulas de bronce que culminan con una corona y una esfera que se divisan  desde distintos ángulos de la ciudad.
El arquitecto junto con los constructores habían decidido que la edifcación se efectuara en hormigón armado con materiales traídos de Europa.

Fue finalizado en 1914, según consta en el dintel de su puerta de entrada y financiado por los empresarios Nicolás Mihanovich y Otto Wulff, éste último ligado por su nombre a la fisonomía del edificio.
Primitivamente se instala la Delegación Diplomática del Imperio Astrohúngaro del que Mihanovich era cónsul honorario desde 1899.
Un dato más que aporta a la época en que fue edificado, es que la Avenida Belgrano era aún calle angosta y el proyecto para su ensanche ya estaba contemplado.Una ley Municipal obligaba a las nuevas obras a construírse  a partir de la actual línea de edificación.La rectificación de la antigua calle pausadamente iba convirtiéndose en avenida y todavía en la década del '40 quedaban solares que sobresalían.
Así es que sólo para dar un ejemplo de añosas obras aún en pie que han perdido parte de sus solares originales, citaremos a las iglesias de Monserrat y la Presbiteriana Escocesa, donde sus respectivos atrios han desaparecido.
Pero volviendo al edificio y para finalizar, podemos atestiguar que se encuentra en excelente estado y no tiene modificaciones que alteren su fisonomía, sólo en algunos balcones puede verse ornatos faltantes que pueden ser fácilmente solucionados.
En la actualidad está ocupado por oficinas y estudios de arquitectura.

Fotos:Fabio Perlin