Cuando el arquitecto Carl Kihlberg llegó por segunda vez desde su suecia natal, no imaginó que su estadía en la República Argentina en esta oportunidad, sería para siempre.
Desengañado de las autoridades de su país, que aunque realizó importantes obras públicas, siempre lo vieron con recelo y objetaban sus solicitudes de trabajo.
A raíz de esas trabas laborales es donde Kihlberg decide volver a Buenos Aires luego de trece años de ausencia.
En 1883 se había casado con Clara Eugenia Carlsson y aunque ya tenían cuatro hijos con un quinto en camino, viajó solo, arribando a principios de Octubre de 1888.Esto le dió tiempo de afincarse y conseguír un trabajo acorde, para mandar a llamar un año después a su esposa y a sus hijos, Clara Margareta, Sven Carl Gustaf, Carl Peter, Karin Helena y Anna Isabella.
Dos años después nacerían sus hijos argentinos, los mellizos Carl Fredrik y Erik Wilhelm.
Luego de realizar una corta pero fructífera relación profesional con el joven arquitecto Alejandro Christophersen, instaló su propio estudio en el Barrio de Belgrano que adoptó definitivamente desde su llegada hasta el final de sus días.
Construyó grandes residencias en el barrio e invirtió sus ganancias en construír casas que luego ofrecía a la venta, hasta que logró, no sin esfuerzo, edificar la suya.
Carl Kihlberg y su esposa Clara Eugenia Carlsson
Villa Nordstjarnan
Fue proyectada antes de finales del siglo XX en la intersección de las calles Conde y Virrey del Pino, una zona donde sus manzanas linderas serían ocupadas en gran parte por viviendas proyectadas por Kihlberg.
Su residencia familiar llamada "Estrella del Norte", en un modesto terreno con jardines circundantes y retirada de la línea de edificación, es una interesante arquitectura diseñada en piano nobile (planta elevada), escalera de acceso a la casa con pasamanos, barandas y columnas de hierro forjado que sosportan un techo semicurvo.
De dos pisos y subsuelo, asimétrica, de grandes volúmenes salientes, con bow windows y balcón terraza con balaustrada.
En su ochava su portón de entrada de herrería artística flanqueado por dos anchos pilares de mampostería con un primitivo cerco de alambre tejido, con postes de madera, que posiblemente a posterior pudo ser reemplazado por una reja más acorde a la edificación.
El arquitecto Kihlberg, tímido e introvertido, siempre prefirió moverse dentro de su círculo de amigos y compatriotas, sólo concentrándose en su carrera profesional, en la cual destacó por su habilidad y principalmente en su familia.
En algunos sectores de la colectividad sueca, justamente por su personalidad apacible, se lo conoció con el amigable apodo de "viejo Castor".
Falleció en su residencia belgranense el 9 de Junio de 1908.
De mayor a menor:Clara Margareta, Sven Carl Gustaf, Carl Peter, Karin Helenna, Anna Isabella y los mellizos Carl Fredrik y Erik Wilhelm.
Algunos de sus hijos
La primogénita Clara Margareta, llamada familiarmente Greta, se casó con Harald Morstedt, pionero junto a sus socios de la industria láctea en el país bajo la firma Compania Escandinava Argentina a la que Kihlberg le proyectó una fábrica en Barracas y una residencia en Belgrano a la que llamó "Villa Greta", en honor a su esposa y que lo separaba de sus suegros sólo una calle por medio.
Anna Isabella, era la quinta hija que no vió nacer y conoció ya en Buenos Aires cuando toda la familia viajó para residir definitivamente en el país.
Desde pequeña vieron aptitudes para el canto lírico e incentivaron su precoz talento.
Fue una soprano que llegó a triunfar en el Teatro Colón.Su padre no llegó a verla.
Sus hijos mellizos nacidos en Argentina, fueron ahijados de compatriotas y amigos que se destacaron en su profesión, y es por eso que llevaron por primeros nombres los de sus padrinos.
El primero de ellos, Carl Fredrik, homenajeó al ingeniero civil, Carl Nystromer, de gran actuación en obras de salubridad, proyectando el Hospital de Alienadas y el gran edificio del Palacio de las Aguas Corrientes en la Avenida Córdoba, entre otros.
Para el segundo padrinazgo de Erik Wilhelm, le tocó al Capitán de Ultramar, Erk Adde, representante de la Asosiación de Exportadores de Suecia, quién encargó a Kihlberg, cuando en 1890 todavía estaba asociado al arquitecto Christophersen, el Pabellón Sueco de la Exposición Internacional de la Industria que se realizó en la Sociedad Rural Argentina.
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