En 1869 recién recibido llegaba a Buenos Aires junto con su compatriota, Carl Kihlberg, iniciando a sí una corta relación profesional, donde desde el gobierno, recibieron solicitudes de proyectos conjuntos e individuales.En realidad la unión laboral duró bastante poco ya que su compañero regresó a Suecia en Mayo de 1875.
A partír de ahí ,Aberg, emprendió una fructífera carrera profesional através de su incorporación a la Oficina de Ingenieros donde se lo nombró, primer y único Arquitecto Nacional que tuvo la Argentina.
Puede decirse que fue un visionario y sacó provecho de ello, creando su propia empresa constructora e inmobiliaria, "La Edificadora", que paralelamente a su actividad oficial, se dedicó a proyectar, construír y comercializar numerosas viviendas y edificios para renta, como así también locales de negocio.
La amplia tarea laboral que desarrolló en un incansable ritmo de trabajo, terminó por agotarlo y a fines de Julio de 1886, regresó a Europa, no sin antes liquidar sus numerosos bienes y dejando a su antiguo ayudante en el Departamento de Ingenieros, el arquitecto Carl Heynemann, la culminación de un par de obras emblemáticas.
Millonario a los 45 años, se instaló primeramente en París donde realizó estudios de pintura y acuarela, su otra pasión.
El 4 de Mayo de 1888 se casa en Roma con la finlandesa, Olga Synnerberg,con la que se había conocido en Buenos Aires cuando ésta acompañaba en una gira a su hermana, la cantante Hortensia Synnerberg.
Aberg proyecta entonces la que sería su residencia definitiva y construye un espectacular mansión en la lujosa San Remo a la que llamó "Villa Aberg".
Dedicado por completo a la pintura, se dice que la nostalgia que sentía por Buenos Aires lo llevó a diseñar una señorial mansión que jamás se construyó.Sus dos últimos proyectos fueron un Casino en San Remo y un Museo de Arte para su ciudad natal, Linkoping, que tampoco llegaron a concretarse.
Aberg jamás pudo realizar un obra en su patria.
Falleció en Roma el 17 de Septiembre de 1922, su esposa lo siguió un año después.
Ambos están enterrados en esa ciudad.
Henrik Adam Gustaf Aberg y su esposa Olga Synnerberg.
No hay comentarios:
Publicar un comentario